18 de septiembre de 2011

Fin

Estaba ordenando un lugar antiguo en mi casa, al que no entraba hace años, y encontré algo que escribí en 8vo básico. Sí, fue un trabajo, pero me gustó cuando lo escribí y ahora que lo vi me gusta de nuevo:

Fue en ese momento, en ese instante.
Como un rayo de luz infinito, 
como una oscuridad sin fin.
Mis caminos me perseguían,
el horror me... maltrataba.
Mi día era completamente interminable,
pasaban las horas, una tras otra.
Conté, conté las horas de mi día,
conté, conté las mil horas de mi día.
Pasaron mis recuerdos, pasaron todos:
infancia, adultez, vejez;
juegos, trabajos, descansos;
revueltos en mi mente
corriendo como niños, 
pasando rápido,
como adultos en su mundo.
¿Cuántos recuerdos serían?
No lo sé. Lo único que sé,
es que todo lo que viví termina aquí.