En 2009, en la asignatura de Filosofía, con el profesor vimos por largo tiempo lo referente a lo que es normal o anormal. Finalizando la Unidad, escribimos un texto sobre qué entendíamos sobre aquello, he aquí el trabajo:
Al referirnos a lo "normal", nos concentramos en una definición a la que, lo más probable, ninguno pertenezca, pero a la cual estamos todos integrados gracias a la sociedad a la que pertenecemos. Por el contrario, al hablar de "anormal", la mayoría podría decir que lo anormal es tal o cual cosa, sin embargo, el contexto bajo el cual se esté definiendo es determinante para estos conceptos. Tras de esto es que surge la necesidad de aclarar qué es normal y qué no lo es, a pesar de la dificultad que esto influye y la variabilidad de conceptos que se han entregado y están por entregarse.
Lo que se ha dado a conocer como normal en realidad nunca se ha manifestado realmente, ya que cualquier definición de normal se desvía automáticamente a lo anormal, lo que se da porque resulta más fácil mostrar lo alejado a las normas antes que lo que realmente se adapta a ellas. Por ejemplo, es más fácil decir que una persona discapacitada es anormal antes que decir que alguien con sus 5 sentidos sanos es normal, porque la primera persona tiene menos capacidades que la segunda, por lo que socialmente sería anormal frente a la otra.
Sin embargo, lo que se clasifica como normal no es siempre lo que se cumple, porque la subjetiva definición de ésto nunca será capaz de encasillar efectivamente a más de algún sujeto, pero a su vez, el concepto de anormal tiene mayor efectividad en ese sentido, ya que la pertenencia a la "norma" es más difícil (casi imposible) en relación a la no pertenencia a ésta.
En relación con esto, la definición de lo normal puede encasillarse más en lo anormal, debido a que la clasificación desarrollada por "especialistas" es algo subjetivo, es decir, es propio, por lo que no se acerca a lo que sí es normal, algo que correspondería al pensamiento de todas las personas, un pensamiento casi uniforme, que no cabe en la definición de cada persona. Así, bajo este canon, lo normal definido por un individuo sería anormal bajo la normalidad anormal de otro, que se basa en una normalidad propia que deduce una anormalidad general.
Finalmente, la normalidad está definida bajo el concepto de una persona "normal" que se basa en su propio pensamiento para conceptualizarla y esta normalidad subjetiva es aceptada por una sociedad que pobablemente no quepa bajo el concepto propuesto, por tanto, la normalidad está definida por un individuo que crea su propia normalidad dentro de su anormalidad y lo hace público para un invisible e imperceptible beneficio que no tiene un claro fin.
Al referirnos a lo "normal", nos concentramos en una definición a la que, lo más probable, ninguno pertenezca, pero a la cual estamos todos integrados gracias a la sociedad a la que pertenecemos. Por el contrario, al hablar de "anormal", la mayoría podría decir que lo anormal es tal o cual cosa, sin embargo, el contexto bajo el cual se esté definiendo es determinante para estos conceptos. Tras de esto es que surge la necesidad de aclarar qué es normal y qué no lo es, a pesar de la dificultad que esto influye y la variabilidad de conceptos que se han entregado y están por entregarse.
Lo que se ha dado a conocer como normal en realidad nunca se ha manifestado realmente, ya que cualquier definición de normal se desvía automáticamente a lo anormal, lo que se da porque resulta más fácil mostrar lo alejado a las normas antes que lo que realmente se adapta a ellas. Por ejemplo, es más fácil decir que una persona discapacitada es anormal antes que decir que alguien con sus 5 sentidos sanos es normal, porque la primera persona tiene menos capacidades que la segunda, por lo que socialmente sería anormal frente a la otra.
Sin embargo, lo que se clasifica como normal no es siempre lo que se cumple, porque la subjetiva definición de ésto nunca será capaz de encasillar efectivamente a más de algún sujeto, pero a su vez, el concepto de anormal tiene mayor efectividad en ese sentido, ya que la pertenencia a la "norma" es más difícil (casi imposible) en relación a la no pertenencia a ésta.
En relación con esto, la definición de lo normal puede encasillarse más en lo anormal, debido a que la clasificación desarrollada por "especialistas" es algo subjetivo, es decir, es propio, por lo que no se acerca a lo que sí es normal, algo que correspondería al pensamiento de todas las personas, un pensamiento casi uniforme, que no cabe en la definición de cada persona. Así, bajo este canon, lo normal definido por un individuo sería anormal bajo la normalidad anormal de otro, que se basa en una normalidad propia que deduce una anormalidad general.
Finalmente, la normalidad está definida bajo el concepto de una persona "normal" que se basa en su propio pensamiento para conceptualizarla y esta normalidad subjetiva es aceptada por una sociedad que pobablemente no quepa bajo el concepto propuesto, por tanto, la normalidad está definida por un individuo que crea su propia normalidad dentro de su anormalidad y lo hace público para un invisible e imperceptible beneficio que no tiene un claro fin.
